El día que pensé que empezaba y terminaba mi carrera. En serio. Creo que todos tenemos alguna historia que mientras la vivíamos sentíamos que era lo último que haríamos como emprendedoras pasteleras. Y hoy les quiero contar ESE momento, ese instante en el que se mezcla todo...las ganas, la verguenza, la frustración, el cansancio, la perseverancia, la angustia. - "Bueno FLORENCIA BASTA DE POESÍA Y CONTÁ DE UNA VEZ!" La cosa es que mi mamá y yo empezamos a vender roscas. Yo tenía 18 y como siempre muy arriesgada (más que ahora asi que imaginense!) Cuestión que se nos dio por ofrecer roscas y las malditas roscas no salían! Habiamos conseguido varios pedidos porque nos habiamos ocupado de promocionar muy bien la cosa (pues siempre vendedora, nunca invendedora) y había conseguido clientes en la verduleria, en el chino y en varios lugares donde habia dejado mis tarjetas. Teníamos muchas roscas para hacer... Cuando llegan oportunidades así realmente es muy difícil decir que no y nuestra cultura creo que es "no importa el espacio, el tiempo, nada, digo que sí y despues veo". Pero el despues veo fue TREMENDO. No lográbamos que quedara perfecta tanto la masa como la crema y la deco. Sucedía que a veces se desinflaba y quedaba apelmasada, o se chorreaba la pastelera o se doraba mucho por fuera y quedaba cruda adentro. Ay por favorrrrrrr...me corre angustia y desesperación por el cuerpo de solo recordarlo! Al intento 5 yo ya me tiré en el sillón a llorar y con la idea de suspender todo. El depto olía a agua de azar a tal punto que subía al ascensor y los vecinos me preguntaban si estaba haciendo rosca. Yo creo que esa cocina todavía huele a rosca de pascua. Además cada vez que metíamos una rosca al horno sufríamos, y cada vez que salían, tenia que ir a comprar todo otra vez. Literalmente estabamos agotadas. Pero mi mamá dijo "hay que seguir insistiendo" creo que más que nada por orgullo y por no defraudar a aquellas personas. Además nos daba mucha verguenza la situación. En resumen: hicimos 7 veces la receta, modificándola, cambiando el momento de agregar la pastelera, el horno, el molde y demás. Después de ese episodio llegaron los segundos pedidos de pascuas (esos que prueban y te piden de nuevo para la fecha en sí). Dentro de esos pedidos teníamos hasta un pedido mayorista de una fabrica que nos pidió para revender. O SEA WHAT?? Si, ese año hicimos ya ni se cuantas roscas. Por suerte habiamos sacado bien los costos, porque con tantos pedidos, si hubiesemos perdido me acordaría hasta hoy la pérdida. XD Por suerte y por perseverancia con esos pedidos generamos muchos clientes que luego nos empezaron a pedir tortas y mesas dulces. También aprendimos. Aprendimos a hacer una receta y modificarla cuantas veces sea necesario hasta lograr ese producto con el que estemos 100% conformes, sin importar la cantidad de intentos. Aprendimos a anotar todos los detalles por más obvios que parezcan, para recordarlos al año siguiente. Aprendimos que teníamos que trabajar sólo con recetas que tuvierámos dominadas y nos sintiéramos seguras al hacer. Aprendimos que si nos hubieramos capacitado, eso no nos hubiera pasado. Aprendimos que no queriamos trabajar bajo esa presión de incertidumbre y que nuestra tranquilidad iba por encima de las ventas. Y ahora en cada Pascua me acuerdo de todo eso como si hubiera sido ayer y me animo a decirles que tenemos la mejor receta del mundo mundial con absolutamente todos los tips para que no fallen y también con todos los trucos para resolver si algo sale mal. Hoy tenemos una clase en vivo de rosca de pascua y tengo MUCHO para contarte. Si querés sumarte escribime a info@flopidiaz.com
El día que pensé que empezaba y terminaba mi carrera. En serio. Creo que todos tenemos alguna historia que mientras la vivíamos sentíamos que era lo último que haríamos como emprendedoras pasteleras. Y hoy les quiero contar ESE momento, ese instante en el que se mezcla todo...las ganas, la verguenza, la frustración, el cansancio, la perseverancia, la angustia. - "Bueno FLORENCIA BASTA DE POESÍA Y CONTÁ DE UNA VEZ!" La cosa es que mi mamá y yo empezamos a vender roscas. Yo tenía 18 y como siempre muy arriesgada (más que ahora asi que imaginense!) Cuestión que se nos dio por ofrecer roscas y las malditas roscas no salían! Habiamos conseguido varios pedidos porque nos habiamos ocupado de promocionar muy bien la cosa (pues siempre vendedora, nunca invendedora) y había conseguido clientes en la verduleria, en el chino y en varios lugares donde habia dejado mis tarjetas. Teníamos muchas roscas para hacer... Cuando llegan oportunidades así realmente es muy difícil decir que no y nuestra cultura creo que es "no importa el espacio, el tiempo, nada, digo que sí y despues veo". Pero el despues veo fue TREMENDO. No lográbamos que quedara perfecta tanto la masa como la crema y la deco. Sucedía que a veces se desinflaba y quedaba apelmasada, o se chorreaba la pastelera o se doraba mucho por fuera y quedaba cruda adentro. Ay por favorrrrrrr...me corre angustia y desesperación por el cuerpo de solo recordarlo! Al intento 5 yo ya me tiré en el sillón a llorar y con la idea de suspender todo. El depto olía a agua de azar a tal punto que subía al ascensor y los vecinos me preguntaban si estaba haciendo rosca. Yo creo que esa cocina todavía huele a rosca de pascua. Además cada vez que metíamos una rosca al horno sufríamos, y cada vez que salían, tenia que ir a comprar todo otra vez. Literalmente estabamos agotadas. Pero mi mamá dijo "hay que seguir insistiendo" creo que más que nada por orgullo y por no defraudar a aquellas personas. Además nos daba mucha verguenza la situación. En resumen: hicimos 7 veces la receta, modificándola, cambiando el momento de agregar la pastelera, el horno, el molde y demás. Después de ese episodio llegaron los segundos pedidos de pascuas (esos que prueban y te piden de nuevo para la fecha en sí). Dentro de esos pedidos teníamos hasta un pedido mayorista de una fabrica que nos pidió para revender. O SEA WHAT?? Si, ese año hicimos ya ni se cuantas roscas. Por suerte habiamos sacado bien los costos, porque con tantos pedidos, si hubiesemos perdido me acordaría hasta hoy la pérdida. XD Por suerte y por perseverancia con esos pedidos generamos muchos clientes que luego nos empezaron a pedir tortas y mesas dulces. También aprendimos. Aprendimos a hacer una receta y modificarla cuantas veces sea necesario hasta lograr ese producto con el que estemos 100% conformes, sin importar la cantidad de intentos. Aprendimos a anotar todos los detalles por más obvios que parezcan, para recordarlos al año siguiente. Aprendimos que teníamos que trabajar sólo con recetas que tuvierámos dominadas y nos sintiéramos seguras al hacer. Aprendimos que si nos hubieramos capacitado, eso no nos hubiera pasado. Aprendimos que no queriamos trabajar bajo esa presión de incertidumbre y que nuestra tranquilidad iba por encima de las ventas. Y ahora en cada Pascua me acuerdo de todo eso como si hubiera sido ayer y me animo a decirles que tenemos la mejor receta del mundo mundial con absolutamente todos los tips para que no fallen y también con todos los trucos para resolver si algo sale mal. Hoy tenemos una clase en vivo de rosca de pascua y tengo MUCHO para contarte. Si querés sumarte escribime a info@flopidiaz.com
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